jueves, 24 de julio de 2014

La Dicha del Alma.

"La vida es un enjambre de casualidades, causalidades, accidentes, coincidencias significativas y destino. En toda esa misteriosa y prolija telaraña de la vida, lo que podemos es vivir con lucidez, conciencia y sabiduría. No tenemos que estar tan pendientes de lo que nos gusta o nos disgusta, sino abrazarlo todo con atención y ecuanimidad, porque todo ello forma parte del escenario de la vida. Abrazar y no rechazar, fluir y no estancarse, vivir y no pensar que se vive. 

La verdadera sabiduría surge de la claridad de la mente, que nos permite distinguir lo real de lo aparente, el yo profundo del yo social. Es una intuición que se desencadena por otros medios que los de la mente ordinaria. Es una percepción muy especial y penetrativa que brota cuando se descorren los velos de la ignorancia básica en la mente. Entonces la persona comienza a ver lo que no veía y alcanza luminosas dimensiones de conciencia que mutan interiormente. Lo que tiene que hacerse, se hace; lo que no tiene que hacerse, no se hace. Entonces uno se da cuenta de lo que realmente importa y de la dirección que hay que seguir. Se percibe la realidad profunda y no solo las pantallas que la ocultan. Se escucha la voz del Ser. Surge un tipo especial de certidumbre. 

Persevere en su investigación interior. Conecte con lo que es usted misma".

-La Dicha del Alma-, Ramiro Calle.