“Vida,
Deshaz en mí todo aquello que necesite ser deshecho.
Corrige mi esperanza de ser
enmendado.
Úsame. Saca de mí cada ápice
de creatividad. Ayúdame a vivir una vida radicalmente extraordinaria, forjando
siempre un camino jamás antes transitado en el bosque.
Enséñame cómo amar con más
profundidad, como nunca antes creí que fuera posible.
Cualquier cosa de la que siga
huyendo, síguemela mostrando con absoluta evidencia.
Cualquier cosa con la que
siga en conflicto, ayúdame a suavizarme en ella, a relajarme en ella, a
abrazarla completamente.
En donde mi corazón continúe
cerrado, muéstrame la forma de abrirlo sin recurrir a la violencia.
Todo aquello a lo que me siga
aferrando, ayúdame a dejarlo ir.
Regálame desafíos, luchas y
obstáculos aparentemente insuperables, si crees que eso me ayude a tener una
más profunda humildad y confianza en la inteligencia de la vida.
Ayúdame a reírme de mi propia
seriedad.
Permíteme encontrar el humor
en los lugares más
oscuros.
Muéstrame un profundo sentido
de descanso en medio de cada tormenta.
No me libres de la verdad.
Nunca.
Deja que la gratitud sea mi
guía.
Deja que el perdón sea mi
mantra.
Deja que este momento sea mi
eterna compañía.
Permíteme ver tu rostro en
cada rostro.
Permíteme sentir tu cálida
presencia en mi propia presencia.
Sostenme cuando tropiece.
Respírame cuando yo no pueda
respirar.
Permíteme morir viviendo, no
vivir muriendo.
Amén.”
Jeff Foster
No hay comentarios:
Publicar un comentario